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Población Rural y Urbana

En México uno de los factores que ha generado importantes cambios tanto económicos como sociales, culturales y políticos, ha sido el proceso de urbanización, cabe mencionar que la urbanización ha constituido un proceso ininterrumpido desde principios del año de 1900 hasta nuestros días.

De acuerdo con la información de los Censos de Población y Vivienda, el crecimiento natural rural ha sido mayor que el crecimiento natural urbano, sin embargo, la migración interna ha contribuido a generar ritmos o tasas de crecimiento urbano cinco o seis veces mayores que las rurales.

El Censo de Población y Vivienda levantado en el año de 1900, reportó que sólo el 10.5% de la población del país era urbana, durante las siguientes cinco décadas la tasa de dicha población creció de manera más o menos constante a un ritmo promedio de 2.4% y en 1950 el 28% de los habitantes es decir 7.2 millones de personas radicaban en las ciudades. En el X censo se indica que en 1980, México ya era un país considerado como urbano, ya que más de 34 millones de mexicanos que representaron el 52% del total de la población vivía en localidades consideradas como urbanas con más de 15 mil habitantes. De 1980 a la fecha el proceso de urbanización continúa, en 1990 el 71.3% es población urbana y en el año 2000 dicho porcentaje pasó al 75%, mientras que la tasa de crecimiento de la población rural a la fecha sigue perdiendo importancia.

El acelerado ritmo de crecimiento de la población en las ciudades se puede explicar como consecuencia de la migración principalmente de las locales rurales a las urbanas. Dicha migración está compuesta principalmente por jóvenes en donde predominan las mujeres, lo anterior, resulta de la insuficiencia de medios de subsistencia adecuados –empleo bien remunerado- en las áreas  rurales, así como también de la necesaria modernización que impulsa a los jóvenes a la búsqueda de más y mejores oportunidades de estudio, trabajo, diversión, etc.

Todo ello ha implicado una serie de cambios en la estructura ocupacional al disminuir la proporción de la población económicamente activa en las labores propias de la agricultura y como consecuencia incrementar las actividades industriales y las terciarias o de servicios. Sin embargo, en nuestro país la expansión industrial mantenida durante los años de 1950 a 1980, no ha estado capacitada para incrementar o al menos mantener en dicho periodo de tiempo el ritmo de absorción de la mano de obra, no obstante que lo hizo durante esos 30 años a una tasa del 5% al año, esta absorción en parte se debió a la existencia de una elevada cantidad de pequeñas industrias más tradicionales que modernas. Incluso cabe mencionar, que desde 1980 a la fecha por los constantes avances tecnológicos y una mayor mecanización o automatización de sus actividades han traído como consecuencia un ritmo de absorción cada vez menor de la fuerza de trabajo por parte de la industria manufacturera.

A pesar de las dificultades para poder absorber esta mano de obra en el sector manufacturero, la migración interna rural – urbana, no obstante los bajos salarios en las ciudades de México, Guadalajara, Monterrey, Puebla, Toluca, Cuernavaca, etc., no se reduce. A pesar de los bajos salarios en esas ciudades, las oportunidades de trabajo y movilidad social son mayores en dichas localidades urbanas que en las áreas rurales. Además la propia acción de los gobiernos federal, estatal y municipal hacen más atractiva la vida en las ciudades y zonas conurbadas en donde existen más escuelas de todos los niveles, mejores servicios médicos tanto privados como oficiales tales como los del IMSS, ISSSTE, PEMEX, Defensa Nacional, etc., que en las comunidades de tipo rural.

Las posibilidades de eliminar esta migración depende de que los gobiernos federal y estatales canalicen parte de sus presupuestos de egresos para la creación de condiciones similares en las zonas rurales y de que existan posibilidades reales y adecuadas de generación de empleos, condiciones y elementos por ahora muy difíciles de lograr, dado el escaso o casi nulo crecimiento económico y social que ha obtenido el “gobierno del cambio”, en los últimos tres años de su gestión.

 

Por lo que se refiere a la población que emigra de las zonas rurales a las urbanas y que se incorpora “a laborar” en el sector terciario o de servicios, lo hace en malas condiciones ya que por su falta de preparación académica o su inexperiencia técnica lo hace en un trabajo no formal y poco remunerado y sin prestaciones socioeconómicas, engrosando de está manera el sector comercio en todas sus modalidades en la vía pública.

La migración rural urbana que se dirige a determinadas ciudades de la república ha generado que se conformen lo que los demógrafos y urbanistas llaman una área metropolitana, ésta se forma cuando la zona urbana de una ciudad “rebasa los límites político - administrativos, es decir, añade espacios geográficos y de población y configura una nueva red de infraestructura y de servicios” públicos municipales tales como: agua potable, drenaje y alcantarillado, escuelas públicas y privadas, hospitales, iglesias, transportes públicos, mercados, centros comerciales, etc.

De acuerdo con los datos del INEGI en el año 2000 las mayores concentraciones de población urbana se registran en las ciudades y áreas metropolitanas de Guadalajara, Puebla, Monterrey, la conurbación de Toluca y principalmente en la zona metropolitana de la ciudad de México, que en conjunto albergan el 29.1% de la población nacional en dicho año.

El grado de urbanización varía entre las entidades federativas en función de factores socioeconómicos, así la zona metropolitana de la ciudad de México tiene una población cinco veces mayor a la de Guadalajara. Es importante señalar que los municipios conurbados del Estado de México en el año 2000 representaban el 52% de la población y en términos generales crecen a una tasa anual de 2.4% en promedio, mientras que el conjunto de las 16 delegaciones políticas que integran el Distrito Federal sólo lo hacen a un ritmo de 0.3% anual.

 

De acuerdo con estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en México, actualmente “dos de cada tres habitantes se concentran en las 364 ciudades que integran el sistema urbano nacional, al iniciar el siglo XX, sólo uno de cada diez mexicanos vivía en 33 ciudades con más de 15 mil habitantes, esta tendencia indica que durante el siglo pasado el número de ciudades creció en el país 11 veces y la población urbana aumento en casi 46 veces y se estima que para el año 2030, 90 millones de habitantes residirán en las ciudades del país.”

La ONU además señala que el sistema urbano nacional se integra de la manera siguiente: “10 millones de personas viven en 295 ciudades pequeñas que van de 15 mil a 100 mil habitantes, 11 millones viven en 45 ciudades medianas que se integran de 101 mil a 500 mil habitantes y 43 millones viven en 24 ciudades grandes con más de 500 mil habitantes” cada una.

En el año 2000, la zona metropolitana de la ciudad de México con 18.1 millones de habitantes es la segunda más poblada del mundo, sólo por debajo de la conurbación Tokio – Yokohama en Japón, donde viven 27.7 millones de personas, le siguen las metrópolis de Bombay, India y de Sao Paulo en Brasil, ambas ciudades con 17.5 millones de habitantes.

México: Población total Urbana y Rural, Durante los años de 1895 al 2000.

( En Miles de Habitantes)

     Años

Población

Población

Población

Población

Población

  Total

Urbana

Urbana  %

   Rural

  Rural   %

1895

12, 632

      ------

     -----

     ------

     ------

1900

13, 607

1, 434

10.54

12, 173

89.46

1910

15, 160

1, 783

11.76

13, 377

88.24

1921

14, 335

2, 085

14.54

12, 250

85.46

1930

16, 553

2,891

17.47

13, 662

82.53

1940

19, 654

3, 927

19.98

15, 727

80.02

1950

25. 791

7, 198

27, 91

18, 593

72.09

1960

34, 923

12, 748

36.5

22, 175

63.51

1970

48, 225

21, 550

44.69

26, 675

55.31

1980

66, 847

34, 605

51.77

32, 242

48.23

1990

81, 250

57, 931

71.3

23, 319

28.7

2000

97, 483

72, 801

74.68

24, 682

25.32

 

Fuente: Censos Generales de Población y Vivienda, Dirección General de Estadística,hoy INEGI.

 


 

Raymundo Salgado Porcayo. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. Sociólogo UNAM. Ha colaborado en la UNAM, la UPN y en la SEP. Investigador del INEP.