2021 Historia mínima de la Iglesia católica en México. Antonio Rubial (Coord.)
Prólogo
La Iglesia católica, institución clave en la historia de Occidente, ocupó también un papel central en el devenir de nuestro país. Desde su instauración a partir de la Conquista ha estado presente en el desarrollo político, económico, social y cultural de México. A causa de su importancia y de los conflictos que se dieron tanto en su interior como con las otras instancias que detentaban el poder, la historiografía que ha estudiado sus procesos entre 1850 y 1950 ha fluctuado entre la apología y la detracción: dependiendo de su filiación, ha visto a la Iglesia como una entidad cuyos aportes han beneficiado a los más desamparados o bien como una nefasta organización aliada con los poderosos.
Igual que todo discurso retórico, los de apologistas y detractores se basaban en generalizaciones y argumentos simplificados, lo cual puede verse desde el uso mismo del término Iglesia. A menudo se hablaba de dicha institución como si estuviera solamente constituida por la jerarquía eclesiástica y por los diferentes sectores sacerdotales, regulares o seculares, sujetos a ella. Desde esta apreciación no estaban considerados los laicos, que constituían la mayor parte de los creyentes y eran los que le daban sustento a la Iglesia. Estas sesgadas visiones se han visto superadas a partir de las investigaciones de las últimas décadas, incluso de aquellas realizadas por clérigos y laicos católicos, cuyos aportes han subsanado dicha falta. El presente libro ha tenido en cuenta esos trabajos recientes donde se privilegia el papel central que tuvieron los seglares y sus organizaciones religiosas a lo largo de la historia de la Iglesia mexicana. Las visiones simplistas tampoco consideraban que, tanto dentro del clero como entre los católicos seglares, había notables diferencias socioeconómicas, ideológicas y culturales, y que sus acciones respondían a una multiplicidad de intereses personales y corporativos. En la realidad social e histórica, por tanto, no existía algo como la institución monolítica que nos presentaban el discurso apologético o la denostación anticlerical del pasado.
En los textos que forman este libro hemos querido destacar también otro aspecto fundamental, igualmente desarrollado en las más recientes investigaciones, sobre la presencia “laica” en el devenir de las instituciones eclesiásticas: la inseparable vinculación que la Iglesia católica ha tenido con el Estado. Dados su fundamental papel ideológico y los múltiples intereses en juego dentro y fuera del clero, el poder civil ha participado activamente en su desarrollo, por lo que es impensable hacer una historia de dicha institución sin tomar en cuenta esta relación, a menudo conflictiva. Hemos intentado asimismo evitar uno de los grandes defectos de la historiografía localista buscando insertar los procesos “nacionales” dentro del marco del acontecer internacional. Si es difícil entender los primeros tres siglos de historia eclesiástica en México sin tener en cuenta su dependencia del Imperio español, lo es aún más si no consideramos la incidencia de las disposiciones pontificias a lo largo de las dos centurias siguientes, incrementada a partir de la paulatina desaparición del confesionalismo estatal.
El lector podrá encontrar también en este libro los fundamentos del poder de la Iglesia: su gestión del complejo mundo de la religiosidad católica conformada por creencias, valores y prácticas. Desde la época virreinal hasta nuestros días, en los ámbitos rurales y urbanos, la Iglesia católica ha estado presente en la sacralización del espacio (con sus celebraciones públicas y sus templos) y en la estructuración del tiempo a partir de las fiestas del ciclo anual y de la administración sacramental en los momentos vitales del nacimiento, la reproducción y la muerte. Esto es válido hasta hoy, a pesar del incontenible proceso secularizador de la sociedad, del cambio acelerado de los valores morales y de la multiplicación de ofertas religiosas. Las multitudinarias manifestaciones populares del 12 de diciembre para conmemorar a la virgen de Guadalupe prueban que la Iglesia católica y sus discursos y prácticas siguen llenando las necesidades espirituales de un elevado número de mexicanos.
Escrita por cuatro de los más destacados especialistas en el tema, esta obra pretende aportar una visión objetiva, en lo que cabe, sobre el desarrollo de los grupos, corporaciones e instituciones que han conformado a la “Iglesia” insertándolos en los grandes cambios acontecidos a lo largo de la historia de México y ofreciendo, a la vez, una visión de la complejidad de sus estructuras y funcionamiento. Ponemos a la disposición del lector una narración que incluye tanto las ideas que estuvieron detrás de los procesos como a los actores que participaron, y lo siguen haciendo, en el devenir histórico del país: el Estado, el clero y los seglares, tanto los católicos como los que no lo son. Aunque la brevedad de esta obra no ha permitido profundizar en muchos de los aspectos de la vida social, cultural, económica y política de México, es importante apreciar cómo, en buena medida, las creencias y prácticas de los católicos mexicanos, de por sí dinámicas, siguen incidiendo en diversos aspectos de la vida, desde la violencia y la paz, pasando por los derechos de las minorías, el matrimonio igualitario, la educación sexual, la reproducción asistida y la reconstrucción del tejido social, hasta cuestiones vitales como el aborto o la muerte digna. Los autores consideramos que este libro ayudará a comprender mejor un proceso que está cumpliendo ya quinientos años.
Antonio Rubial
Antonio Rubial (Coord.) Historia mínima de la Iglesia católica en México, México, El Colegio de México, 2021, 340 págs.