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2025 May 04 Fracaso de bienestar. Rafael Álvarez Cordero.

Las "elecciones" del 1 de junio serán una farsa indigna que debemos denunciar y rechazar
Los expertos saben que las palabras pueden perder su vigencia cuando se enfrentan a la realidad, así, las palabras orden y progreso de Porfirio Díaz perdieron su vigencia ante la realidad; la palabra libertad, que gritó mil veces Fidel Castro, es hoy una palabra vacía en Cuba; hoy, la palabra transformación, que suena muy bonito, perdió su vigencia, no hubo transformación, sino fracaso en todos los órdenes.

Comienza el sexenio, y siguiendo las órdenes desde La Chingada, la señora Presidenta imagina que lo logrado en los seis años continuará en su mandato, imaginó un “segundo piso de la transformación”, cuando millones de mexicanos hemos vivido y padecido los estragos que causó aquel señor y que tardarán mucho tiempo en solucionarse.  “Segundo piso de la transformación” no le dice nada a nadie, y entonces los asesores de la señora Presidenta eligieron una palabra, “bienestar”, como el emblema de sus acciones.

Linda palabra; la Real Academia Española define bienestar como  “estado de la persona en el que se le hace sensible el buen funcionamiento de su actividad somática y psíquica”, y señala que hay diversas formas de bienestar; lo que hace un individuo lo que come, lo que piensa, lo que trabaja, puede llevarlo a un estado óptimo de bienestar; bienestar es consecuencia, no causa.

Pero entonces, ¿por qué ese empeño en etiquetar como “bienestar” a todo lo que esta administración está haciendo?, agua de bienestar, gasolina de bienestar, aviones de bienestar, chocolate de bienestar, café de bienestar, estufas de bienestar, planchas de bienestar, casas de bienestar, caminos de bienestar, ferrocarriles de bienestar; con éstas y otras naderías más, la palabra bienestar pierde su significado y sólo sirve como escudo de la señora Presidenta ante la realidad monda y lironda que vivimos. todos.

Señora Presidenta: ¿tienen bienestar los deudos de los asesinados, secuestrados o desaparecidos?, ¿tienen bienestar los familiares de los enfermos y muertos por falta de medicinas?, ¿tienen bienestar los que viven con miedo a ser asaltados o muertos?

El fracaso del bienestar está ahí: la economía de México es la peor en varios sexenios, no podrá crecer más de 0.5 por ciento; Pemex se alza como la más endeudada del mundo y arrastra una pérdida de 2.5 billones de pesos (sí, billones); Dos Bocas, el Tren Maya y el AIFA no sirven y siguen en número rojos, la pobreza avanza, millones más están en pobreza extrema ¿cuál bienestar?

La inseguridad que instaló en el país cuando el que ya no está protegió a los narcos y les dio manos libres para sembrar la muerte, sigue ahí. El trabajo que hace Omar García Harfuch es loable, paro tiene muchos enemigos que le impiden que haga más por la seguridad.

Pero no sólo eso, sino que la vida y la salud de los mexicanos está en crisis, el sistema de Salud está roto, los estragos causados no se podrán revertir en decenios, a pesar de los esfuerzos de David Kershenobich y algunos colaboradores.

Y ahora estamos a punto de vivir el sainete, pantomima, mascarada más siniestra de la historia, la elección del Poder Judicial; serán electos individuos sin preparación, sin conocimientos, con lazos con la delincuencia o delincuentes confesos, las “elecciones” del 1 de junio serán una farsa estúpida e indigna que debemos denunciar y rechazar.

Y para acabar, la aberrante Ley de Telecomunicaciones amenaza con destruir para siempre todo lo que significa libertad y derechos humanos; nadie podrá criticar al gobierno ni denunciar sus errores ni con el pétalo de un tuit, so pena de censura, amonestación o cárcel; Ernesto Zedillo tiene la razón, sus palabras son precisas: “Que no nos engañen: nuestra joven democracia ha sido asesinada”.

Todo esto confirma el fracaso de “bienestar”, hermosa palabra que perdió su significado y que en México es igual a miseria, enfermedad, corrupción, y destrucción de todos nuestros valores.

 

 

 

 

 

Tomado de: Excélsior