2025 May 21 Tragicomedia. Manuel J. Jauregui.
La elección judicial será una farsa con reglas amafiadas que amenaza la independencia del Poder Judicial y consolida el autoritarismo.
Mucho muy lamentables son los asesinatos/ejecuciones de dos altos funcionarios de la CDMX en plena Calzada de Tlalpan, crimen fomentado en el pasado sexenio por la IMPUNIDAD y la tolerancia de “abrazos” a los criminales, política -al parecer- ya abandonada por la actual administración, que se da cuenta de que los narcoterroristas representan una seria amenaza para las instituciones de Gobierno, por lo que, para sobrevivir, éste debe combatir a los delincuentes bala por bala.
Mucho sobresalto y zozobra causan estos hechos, pero más aun lo que viene: la TRAGICOMEDIA de la renovación del Poder Judicial con las mentadas elecciones del 1 de junio. ¡Santo cielo, qué farsa tan gigantesca se va a perpetrar! Si la IMPUNIDAD nos ahoga hoy, mañana será PEOR con el “nuevo” Poder Judicial, sometido al Ejecutivo.
La “elección” está diseñada para que se conforme un fraude tremendo, en el que “el pueblo” no elegirá: sólo los grupos afines podrán votar, y sólo los paleros de Taddei en el INE podrán CONTAR, sin escrutadores independientes, sin supervisión y sin auditores autónomos confirmando los resultados. Pero, además, tendrán dos semanas para anunciar el “resultado”, el cual será el retacamiento del Poder Judicial de puro lacayo del oficialismo, de algunos Gobernadores y grupos de poder como sindicatos.
El procedimiento para votar será complicado y lento.
Mientras, el número de casillas se reduce a la MITAD de lo que sería en una elección normal, lo que se traduce en que, en el mejor de los casos, sólo el 15 por ciento del padrón nominal podrá votar: las colas serán largas y los primeros en formarse -del oficialismo- son los que alcanzarán a votar, claro, con sus planillas prellenadas con los nombres de los siervos que el mismo oficialismo quiere instalar.
Una idea que comienza a circular para reventar esta farsa, compartida con su servidor por un colega vanguardista, consiste en revisar los nombres y SÓLO VOTAR por los que están “EF” -es decir, en funciones-, o bien, “PJ”, que fueron postulados por el Poder Judicial. Sería la única forma de evitar que la independencia del Poder Judicial sea torpedeada por el cuatroteísmo que no cree en la democracia del control, sino en el CONTROL de la democracia.
Lo cual equivale a enraizar más en este pobre país -en el que reinan la violencia y la pobreza- el AUTOCRATISMO, enemigo mortal de la justicia, del progreso, de la libertad para emprender y elevar el nivel de vida. Producto éste del trabajo digno y no de DÁDIVAS y prebendas. A ver... Le conceden a la CNTE aumentos salariales de más del 9 por ciento, ¡y toman casetas y hacen plantones! ¡Y esto sin dar clases, pues se la pasan en huelga! Sólo en una sumisa mente oficialista cabe pensar que con paros, huelgas, tomas de casetas y manifestaciones es como se construye una gran nación.
México tiene todo para ser precisamente una GRAN NACIÓN, menos una cosa: un Gobierno a la altura de su pueblo y de su bonanza natural, la cual desaprovechamos como pocos en el mundo. De veras rebasa la comprensión humana cómo es que la actual Presidenta, mujer educada e inteligente, se empeña en seguir las instrucciones que le dejó su padrino y mentor, quien abundantes muestras ha dado de haber emprendido puro proyecto RUINOSO para la nación.
¿Qué la impulsa a obedecer, a continuar con ideas obsoletas que contemplan puro gasto gubernamental que en el futuro requerirá cuantiosos subsidios? Equivale esto a tirar el dinero en lugar de aprovecharlo en inversiones productivas que impulsen el crecimiento del País, y no que lo obliguen a navegar EN REVERSA, como el “Cuauhtémoc”. Sólo que aquí no vamos contra un puente: vamos a un PRECIPICIO.
Sin CERTEZA jurídica, sin justicia plena, sin CONFIANZA en las instituciones cruciales para el bienestar, como el Poder Judicial, no puede haber progreso, no generaremos riqueza, no sacaremos a los pobres de su miseria ni haremos grande a México. La elección judicial es una farsa, casi cómica, sí, pero a la vez trágica.
Tomado de: Reforma