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2025 May 28 Coincidencia. Manuel J. Jauregui.

El huachicol crece con autoridades y militares cómplices, mientras PEMEX se hunde y el gobierno responde con opacidad.
Han acaparado los titulares noticias relacionadas con el huachicol: ONCE elementos de la Guardia Nacional fueron detenidos por participar en el robo de combustible, un ex Senador de Morena es acusado de ser huachicolero y un empresario gasolinera que fue preso en España y acusado en Estados Unidos por formar parte de una red de robo de combustible relacionada con “Los Zetas”, fue aprehendido por la Policía Estatal de Coahuila y liberado por inacción de la FGR.

Anterior a ello, un BUQUE completo ligado al CJNG fue detectado por autoridades norteamericanas en TEXAS, y luego detuvieron a una familia que operaba en ese Estado el contrabando de combustibles y lavado de dinero.

Y, observen, conforme aumenta el huachicol, DISMINUYE la contribución de PEMEX a la economía mexicana. Los huachicoleros roban y ganan dinero como jeques árabes, mientras PEMEX camina lentamente a su quiebra, perdiendo cada trimestre cantidades récord de dinero, incapaz de incrementar su capacidad de producción y refinación, con todo y Dos Bocas (el pozo sin fondo del amlato) y las medidas del Gobierno para salvarla, como perdonarle impuestos e inyectarle cantidades enormes de dinero desde nuestra Hacienda pública.

¿Cuánto combustible le roban a PEMEX anualmente? Nadie sabe a ciencia cierta; el último funcionario de la paraestatal que se atrevió a cuantificar los litros que ingresaban a los gasoductos y lo que llegaba a su destino fue ejecutado. Pero qué curiosa forma tiene el Gobierno de combatir este CÁNCER que pone en riesgo nuestra viabilidad económica.

Cuando son descubiertos los ONCE guardias dedicados al huachicoleo en Apaseo el Alto, en lugar de investigar CUÁNTOS MÁS habrá de la GN delinquiendo, su JEFE máximo, el ZAR de la Seguridad de la Presidenta, Omar García Harfuch, rapidito sale a defender la institución a su cargo, afirmando que su Guardia Nacional NO ESTÁ CONTAMINADA.

Con 133 mil elementos en la GN, ¿cómo puede estar seguro de que no hay 11 más, o 111 más, que en lugar de vigilar necesitan ser vigilados? La detención de los guardias huachicoleros es la punta del iceberg y apunta a que no sólo estos 11 tienen más cómplices, sino que en otras áreas del País protegen a capos o han sido sobornados para mirar a otro lado cuando los criminales se dedican a delinquir.

Las REDES DE COMPLICIDAD son tan grandes que don Omar no tiene forma de garantizar que en los 133 mil elementos no hay más malandrines. Simplemente no lo sabe, ya que en esta Administración, como en la pasada, acostumbran la OPACIDAD y no creen en la rendición de cuentas. En este -como en el pasado- Gobierno, el primer instinto cuando se descubren faltas graves de servidores públicos cuatroteros es MINIMIZAR, justificar y esconder.

Ejemplos abundan: empezando por Segalmex y Birmex, dos enormes fábricas de fraudes al erario barridos debajo de la alfombra por la 4T, tanto que el mismísimo Presidente se convirtió en defensor del titular de Segalmex, bajo cuyas narices se robaron más de 15 mil millones de pesos en pagos por alimentos inexistentes.

Algo similar pasó con Birmex: se descubre el fraude, se semicastiga a peces pequeños, se reestructura la empresa y vayan ustedes a saber qué no se están robando, porque lo que es MEDICINAS -que es lo que debería proveer- NOMÁS NO HAY en las clínicas del IMSS. En tanto, Hacienda reconoce miles de millones de pesos asignados en presupuesto a estas empresas gubernamentales con grandes bodegas, pero sin medicinas en el sistema de salud mexicano.

¡Y pobre del ciudadano que, por mala suerte, requiera de una operación, urgente o no, se la programan en DOS MESES! Obvio, muchos derechohabientes o se van al sistema privado de salud -inusualmente bueno- o se mueren.

Así está PEMEX, acostado en la plancha, desangrado por el VAMPIRESCO huachicol, picoteado en todas sus venas, mientras sus cuidadores nomás se quedan mirando o contribuyen, como el “Grupo de los Once”, a picar el pedazo de vena que les toque. Mientras, ¿quién cuida al cuidador?

 

 

 

 

Tomado de: Reforma