2025 May 3 Huachicol USA. Peniley Ramírez.
Por una alerta del gobierno de EU conocemos a detalle cómo el petróleo robado en México termina al otro lado de la frontera. La cloaca es enorme.
El huachicol no es solo un negocio mexicano. En los últimos años, una red que involucra personas, empresas y operaciones fachada en EU se ha expandido. Hoy genera cientos de millones de dólares al año para los cárteles.
La operación es compleja. Comienza en México, cuando se extrae ilegalmente crudo de tomas clandestinas, o cuando se soborna a empleados de Pemex para que entreguen crudo. En camiones cisterna, se traslada primero a zonas de almacenamiento en lotes en sitios como Veracruz,Monterrey, Altamira, mientras el gobierno mira a otra parte.
De allí, el crudo se lleva a la frontera. Se hacen documentos falsos de exportación a EU. En esos documentos, dice que hay un exportador, en México; un importador, en EU, y un comprador final. Todas son empresas fachada que sirven a la red criminal. Las “empresas” tienen direcciones en casas, en ambos lados de la frontera, a veces solo en apartados postales. Con esa operación comercial fabricada, se llenan los papeles de exportación.
Estos documentos no dicen que hay crudo cruzando la frontera. Reportan, en cambio, que en esos camiones cisterna van aceites usados u otros materiales peligrosos. En Tamaulipas, el Cártel Jalisco Nueva Generación controla el crudo que ellos mandan a través de sus redes de empresas fachada. El cártel también cobra a otros criminales que quieran cruzar crudo, disfrazándolo como otra sustancia.
Ya en Texas, los camiones cisterna llevan el crudo a lotes baldíos. Luego lo venden como si fuera petróleo texano, a un precio sospechosamente barato. Lo venden a refinerías, a compradores en otras partes de EU o en otros países, como India o Japón.
Cada envío de EU a otros países significa, dicen las autoridades, unos cinco millones de dólares en ganancias para los importadores en EU. Lo envían en buques, varios cada mes. Muchos de esos compradores finales no saben el origen del petróleo que están comprando.
Cuando se obtienen las ganancias, viene la operación para lavar el dinero. Una plétora de empresas, cuentas bancarias y transacciones hacen el trabajo. Los pagos pasan por varias jurisdicciones y países. Eventualmente regresan a México a través del sistema bancario. El volumen de la operación es gigantesco. Se ha convertido, dicen las autoridades de EU, en “la fuente de ingresos ilícitos no relacionados con las drogas más importante para los cárteles”.
En Tamaulipas, el control de estas operaciones ha estado a cargo de César Morfin, alias ‘Trimito”, un socio de Rubén Oseguera, “El Mencho”, a quien la DEA conoce bien. Una fuente oficial me dijo que los Morfin vienen de Jalisco e hicieron mucho dinero con la producción de metanfetaminas. Actualmente, operan el traslado del huachicol desde Tamaulipas. “Son muy sanguinarios y poderosos”, me dijo esta fuente. Ahora, “Primito” -quien, me confirmaron fuentes oficiales, no está detenido- y dos familiares fueron incluidos por EU en sus listas de lavadores de dinero. Con ellos, este jueves se incluyó en estas listas a dos empresas con sede en México y operaciones en Texas. Las compañías se usaron para llevar el “aceite usado” a través de la frontera, que era en realidad crudo robado.
Los detalles de cómo funcionan estas operaciones y su volumen solo se conocían parcialmente hasta ahora. Se conocía más de cómo entraba ilegalmente gasolina a México, sin pagar impuestos petroleros de importación, pero no cómo el petróleo robado en México termina en EU. Este jueves, una alerta que emitió el gobierno de EU los detalló, citando fuentes del gobierno e investigaciones de varias agencias.
Verifiqué los registros corporativos de las empresas enlistadas esta semana por EU como parte de este entramado criminal. Descubrí que tienen direcciones oficiales en Tamaulipas, permisos de importación a EU y direcciones en Texas en apartados postales. En esos mismos apartados, hay otras compañías que también están asentadas en México, sobre todo en Tamaulipas, y que aún no han sido mencionadas por las autoridades.
La cloaca del crudo es enorme y, ahora sabemos, binacional. La pregunta aún sin respuesta es cuántos funcionarios de ambos gobiernos, y en cuáles niveles, están involucrados.
Tomado de: Reforma