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2025 May 25 ...a la deriva. Rafael Álvarez Cordero.

México estrelló sus principios, anuló al Poder Judicial, canceló las instituciones que velaban por el bien público
Uno de los orgullos de los mexicanos ha sido el buque escuela Cuauhtémoc, que desde 1982 surca los mares con sus hermosos mástiles y representa a México en todo el mundo. La noche del sábado 17, la embarcación mexicana, tripulada por 277 personas, se impactó en el puente de Brooklyn; el choque directo fue con los mástiles, dejó 20 tripulantes lesionados, de los cuales 11 fueron de consideración y dos murieron. En los días siguientes han surgido muchas preguntas: ¿por qué estaba a la deriva?, ¿fue el viento de 10 nudos?, ¿fallaron los motores?, ¿por qué no se solicitó otro remolcador? Una semana después, este accidente muestra que, como el barco Cuauhtémoc, todo el país está a la deriva.

No podemos ignorar lo que ocurre en todo el país; un México hermoso que se les va de las manos a sus dirigentes y se convierte en territorio ocupado por delincuentes, ladrones, narcotraficantes, terroristas, y demás, tolerados día y noche por las autoridades cuya función principal, tal vez la única, es proteger a los ciudadanos.

México va a la deriva con una persona que es incapaz de ser y actuar como Presidenta, ya que sólo obedece a los designios de su amo. México está a la deriva porque ni sus más cercanos colaboradores actúan como debieran, y cada quien hace lo que puede o lo que se le antoja, sin pensar en México.

México está a la deriva porque los militares no cumplen su función, están dedicados a construir casas o vigilar aduanas y porque la fuerza pública no existe y está suplantada por la Guardia Nacional. 

México está a la deriva porque desde hace años un individuo execrable decidió herirlo mortalmente, destruyendo los cimientos de la democracia, las bases de la Constitución y la armonía entre los tres Poderes de la Unión.

México está a la deriva porque como el buque Cuauhtémoc estrelló sus principios, anuló al Poder Judicial, canceló las instituciones que velaban por el bien público, y designó a las nuevas autoridades entre las más corruptas e incapaces, que sonrientes solamente saben alzar el dedo y decir sí.

México está a la deriva porque creó un “proyecto” con cien puntos que no tiene ni pies ni cabeza; está a la deriva porque su economía está por los suelos, y las agencias nacionales e internacionales lo afirman. México está a la deriva porque no se ven los pasos que se ofrecieron para recuperar el Sistema de Salud, aniquilado sin misericordia en los años pasados.

México está a la deriva porque su orgullo, Pemex, está en bancarrota, nadie sabe qué hacer, y a nadie le importa, está a la deriva porque los impresentables líderes de la CNTE hacen y deshacen a su antojo y aniquilan la educación, mientras la señora Presidenta sonríe.

México está a la deriva porque en unos días se cometerá la estupidez más grande de la historia con una elección de jueces, magistrados y ministros, diseñada por un enfermo mental y controlada por individuos tan ignorantes y corruptos como él.

México está a la deriva porque no se da cuenta que está a la deriva, porque ni la señora Presidenta ni sus compinches en todo elggabinete, han dimensionado lo que ocurrirá después de las “elecciones judiciales”.

México está a la deriva porque con los “nuevos jueces”,  los ladrones y asesinos tendrán protección y vivirán impunes, mientras los ciudadanos dignos estaremos sin protección alguna. Ciertamente hemos visto, oído y leído a muchos mexicanos, hombres y mujeres inteligentes que alzan la voz para denunciar lo que ocurre, pero hoy por hoy, el estruendo de la jauría de seguidores de Morena es mayor que la fuerza de la razón,

Vivimos tiempos oscuros, seguiremos denunciando las trapacerías y las agresiones a quienes amamos la verdad.

Aunque mi optimismo me hace seguir adelante, no niego que hoy, como nunca, México está a la deriva.

 

 

 

 

 

 

Tomado de: Excélsior