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20225 Jun 6 La operación acordeón, o cómo Morena se adueñó del Poder Judicial. Ernesto Núñez Albarrán.

La operación acordeón fue quirúrgica. La apatía ciudadana frente a la elección judicial fue capitalizada por el régimen para colocar a sus candidatos, previamente seleccionados, en los cargos más importantes del Poder Judicial.
Los resultados de la elección judicial no dejan lugar a dudas: las personas que llegarán a los máximos tribunales del país fueron puestas por Morena.

Los cómputos distritales del Instituto Nacional Electoral han venido confirmando las victorias de las candidatas y candidatos promovidos en las guías de voto elaboradas y distribuidas por Morena.

La operación fue quirúrgica, pero brutalmente cínica: desde hace más de dos meses se creó un sitio llamado “Poder Judicial 4T”, en el que se invitaba a descargar el acordeón (había uno para cada estado de la República), imprimirlo y llevarlo a la casilla el domingo 1º de junio.

La reaparición pública del expresidente Andrés Manuel López Obrador, votando con su acordeón, es la prueba. Todo un símbolo de una operación política perfectamente planeada y ejecutada. La desfachatez con la que el régimen se adueñó del Poder Judicial, el único que aún no controlaba y que le representaba un contrapeso.

La coincidencia entre los acordeones y los resultados es total, y así lo ha venido documentando Animal Político en esta semana:

En la Suprema Corte de Justicia de la Nación los bendecidos por el acordeón eran y serán: Hugo Aguilar Ortiz, Lenia Batres, Yasmín Esquivel, Loretta Ortiz, María Estela Ríos, Giovanni Azael Figueroa Mejía, Irving Espinoza Betanzo, Arístides Rodrigo Guerrero García y Sara Irene Herrerías.

Su lealtad a la autodenominada 4T los llevó al acordeón; su apego incondicional a las decisiones del “partido-movimiento” está garantizado.

Lo mismo ocurre con el Tribunal de Disciplina Judicial que, a partir de septiembre, sustituirá al Consejo de la Judicatura, con la supuesta misión de vigilar la conducta de todos los juzgadores federales del país.

En esta elección la única sorpresa es que la presidencia recaerá en Celia Maya y no en Bernardo Bátiz, ambos incondicionales del lopezobradorismo.

Aquí los elegidos para llegar al acordeón también coinciden plenamente con los ganadores en los Cómputos Distritales del INE: Celia Maya, Bernardo Bátiz, Verónica De Gyvés Zárate, Indira Isabel García y Rufino H. León Tovar.

Las elecciones del futuro en manos de Morena

La operación acordeón también le permitió a Morena adueñarse del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF); es decir, los jueces que tendrán la última palabra en cualquier litigio relacionado con las elecciones en los próximos años.

Para renovar este Tribunal, el 1 de junio se eligieron dos magistraturas de la Sala Superior, un hombre y una mujer, para cubrir dos vacantes que se abrieron desde 2023.

La exmagistrada de Sala Regional Claudia Valle, y el expresidente del Tribunal Electoral de Chiapas, Gilberto de Guzmán Bátiz resultaron ganadores.

Sus nombres eran promovidos en los acordeones y su llegada a la Sala Superior va a robustecer la mayoría que actualmente ya tiene el oficialismo con la presidenta Mónica Soto y los magistrados Felipe de la Mata y Felipe Fuentes, cuyas sentencias son sistemáticamente afines a los designios del gobierno y su partido.

A partir de que entren en funciones los dos nuevos integrantes de la Sala Superior quedarán en absoluta minoría Janine Otálora y Reyes Rodríguez, quienes se han distanciado del grupo hegemónico.

Esta Sala Superior calificará las elecciones de 2027, cuando se renovarán la Cámara de Diputados, 16 gubernaturas, cientos de ayuntamientos y diputaciones locales, y cientos de cargos del Poder Judicial, entre otros, los cinco espacios de la Sala Superior del TEPJF que no se renovaron en este año.

Llegado el momento, Morena tendrá a sus aliados en la toma de decisiones.

Las Salas Regionales del TEPJF

El pasado domingo también se renovaron las 15 magistraturas de Salas Regionales del Tribunal Electoral, tres por cada una de las cinco circunscripciones en las que se divide el país.

En este caso, 13 de las 15 posiciones venían previamente señaladas en los acordeones:

En la Sala Regional Guadalajara, las próximas magistradas Rebeca Barrera Amador e Irina Graciela Cervantes Bravo, y el futuro magistrado Sergio Arturo Guerrero Olvera.

En la Sala Regional Xalapa, ganaron Roselia Bustillo Marín, Eva Barrientos Zepeda y José Antonio Troncoso Ávila.

En la Sala Regional Ciudad de México, los ganadores fueron María Cecilia Guevara y Herrera, Ixel Mendoza Aragón y José Luis Ceballos Daza.

En la Sala Regional Monterrey, María Guadalupe Vázquez Orozco y Ernesto Camacho Ochoa, que estaban en el acordeón, aseguraron una magistratura. La segunda magistrada más votada hasta la tarde del jueves era María Dolores López. Y la otra magistrada mencionada en el acordeón, Eusebia González González, aparecía rezagada en el quinto lugar de votación.

En la Sala Regional Toluca, Nereida Berenice Ávalos Vázquez y Marcela Elena Fernández Domínguez. Sólo el tercer ganador, Omar Hernández Esquivel, no estaba en el acordeón oficial. Quien aparecía en las guías de voto, Fernando Ramírez Barrios, estaba debajo del ganador por 50 mil votos.

Tribunales de circuito y juzgados de distrito

En resumen, de los 31 cargos electos para integrar los máximos tribunales del país (la SCJN, el TDJ y el TEPJF), 29 surgieron del acordeón. La eficacia de la operación morenista es indiscutible.

Lo mismo debe estar ocurriendo con los 850 cargos adicionales que se votaron: magistraturas de Tribunal de Circuito y Juzgados de Distrito. Con el tiempo -y la futura conducta de las personas juzgadoras electas- se irán confirmando sus vínculos políticos con el gobierno federal y los gobernadores y gobernadoras que los pusieron en un acordeón.

La elección judicial no entusiasmó a la ciudadanía. Participaron sólo 13 millones de 99.5 millones de personas con derecho a votar. Y, de quienes votaron, aproximadamente 3.5 millones decidieron anular su voto o dejar los recuadros en blanco.

Los datos al respecto son indicativos (y apabullantes): los 13 millones de personas que votaron para elegir a la Suprema Corte emitieron en total 116 millones 690 mil votos (hay que recordar que en cada boleta morada, de la SCJN, los electores podían emitir nueve votos).

De esos 116.6 millones de votos, 90 millones fueron válidos, 12.6 millones fueron computados como nulos y 14 millones fueron recuadros no utilizados.

La mayoría de los mexicanos le dio la espalda a esta elección, que costó más de 8 mil millones de pesos; en ese sentido fue todo un fracaso.

Pero con los 9.5 millones de personas que votaron y no anularon, Morena se apoderó ya del Poder Judicial. Para sus propósitos políticos la “operación acordeón” fue todo un éxito.

 

Tomado de: Animal Político